Esos bancos del parque

Acabar volviendo a lo de siempre. Ese banco lleno de las mismas cicatrices que mi cora'.
Ha visto tanto como yo. Se ha mojado bajo la lluvia y se ha llenado de cenizas.
Ha visto risas, alegrías, penas, llantos y algún que otro golpe.
Pero ahí sigue, día tras día, en pie, viendo como el paso el tiempo cambia cosas de sitio.
Viendo que no puede hacer nada, solo seguir en pie intentando esquivar algún que otro golpe.
Por mucho que le pinches no sangra. Se ha quedado sin saliva para explicarte sus razones.
Solo déjalo estar tranquilo y ya empezará a rentarte con el tiempo.


















Esos bancos del parque vieron cosas que preferirían olvidar.

Más seguro

Lo de quitarte los vaqueros y el estrés. Desear que cada cosa que te escribo se cumpla.
Lo de tus tacones, mis prisas y tus piernas. Lo estar hasta las tantas entre humo, alcohol y risas.
Líame, en papel de arroz o entre tus piernas. Mi cami de los Blues Brothers por mitad de tu nalga.
Arréglame, la noche, el día o el mes. Lo de ser la cura de nuestro desastre.
Suelta el lastre, cálzate los tacones. Quememos la ciudad y después tus sábanas. Cambiar por sudor las lágrimas.
Que con una mirada consiga que te animes. Que no corra tu rímel, carreras solo en tus medias.
Soltarte mis ideas y acabar a tus pies. Deja que pruebe tu miel, tus labios mi condena.
A cada línea estar aún más seguro de que vales la pena.

Musa

Esos tacones que se clavan como agujas del reloj. Esos que te quito para olvidarnos de las prisas.

Esas piernas tuyas que tanto me fascinan. Largas, perfectas, casi interminables.

Tu piel morena que se desliza junto a la mía. El deseo de pasar una noche eterna entre tus sábanas.

El no dejar de pensar en tus curvas. Nunca una silueta se me marcó tan a fuego.

Una sonrisa tuya que ilumine y le quite las telarañas a mi cora.

Lo de querer perderme entre tu pelo y acabar junto a tus labios.

Bésame, chica, que la noche es joven y aún queda whisky.

Lo de emborracharnos para no tener que justificar con sentimientos.

Yo no necesito escusa para hacerme dueño de tu cuerpo.

Hazme tuyo que tú ya eres mi musa.

Yo el poeta obsesionado y tú sin querer acudir.

Atúrdeme con tus besos antes de llevarte mi cora.

Fóllame primero, que en parte es lo que quieres y creo que ya no hay prisas.

Sexual healing

El recuerdo de tus vestidos en el suelo, mi chaqueta en el picaporte y tus tacones en la mesa.
Tus lunares mis notas. Tu vestido a rayas mi pentagrama. Tú mi saxofón, yo tu solista. Tú mi musa, yo tu música.
Marvin Gaye y su 'Sexual healing' de fondo mientras te desnudo.
Lo de curarme las heridas con saliva y bebernos el alcohol.
La marca de tu carmín en las colillas y en mi cuello. Tu olor en mi ropa durante semanas.
Tu culo moviéndose al compás de mis latidos.
Esos labios carnosos que me dicen que les muerda, esos dientes tan blancos que me muerden.
Si agarras no sueltes, o al menos deja señal.
Señálame las coordenadas para evitar que duela. Dolor hecho rutina, rutina sin tus besos.
Tus labios son de otro pero siguen queriendo rozarme.
Añoran aquellas noches, tus 'no me dejes nunca', mis 'no me sueltes', nuestro placer.
Los cigarros de después a medias, tus medias de rejilla, las duchas y el café.
Sanarme como solo tú sabes. El whisky, los condones y tu ropa por el suelo.

Tequila, limón y sal.

Tus tacones gastados por las prisas. Acabar viendo la vida por otro prisma siendo presos de tus sábanas.
Mi barbilla en tu nuca, susurros al oído, promesas de que nada será igual.
Lo de olvidar el ayer y pensar solo en esta noche. Lo de hacerte olvidarle.
Tus piernas las piezas de este rompe caderas cabezas. Ya aprendiste que esto no era bonito.
El tequila en tu ombligo, el limón en tus labios y la sal en mis heridas.
Tus piernas y mis prisas. Tus labios en mi nuca, yo tu preso.
Escribir mil frases sobre ti en tu espalda, los sonetos de un borracho.
Lo de ser solo tuyo y diez marcas en mi pecho.

Cenizas

Tus tacones y un 'te quiero'. Besos hechos cenizas. Esas noches de pensarte se acabaron.
Te cambié por whisky barato, música de los 70's y una libreta con la mitad de las hojas arrancadas.
Cada lunar de tu cuerpo otra nota, cada beso que me diste otro hielo en mi cubata, cada promesa que me hiciste otro tema.
Cuando tus piernas dejaron de temblar al notar mis manos supe que ya no significaba nada.
Ni más caricias entre sábanas ni más promesas entre besos.
Tú seguiste siendo la misma cría de la que me enamoré, yo lo poco que hice fue cambiar.
Para bien... para mal... El barrio nunca nos enseño que era el bien y el mal.
Cada uno cree que sabe lo que son, pero aquí nadie sabe y nadie se molesta en preguntar.
A nadie le importan tanto los demás como para preguntar si lo que está haciendo es bueno.
Tú sigue con tus rabietas, tus novios de una semana y tus lágrimas los findes.
Yo prefiero consumirme y desaparecer junto a las cenizas de este cigarro.

Arrítmico

Un verso por cada beso deseado. Una canción por cada vez que te pienso.
Mi cama está vacía y mi mente confusa. A veces piensa que todo esto es una tontería.
¿De qué me sirve todo esto que siento si no puedo demostrártelo?
¿De qué me sirve intentar hacerte feliz si no lo consigo?
Si yo no soy feliz como pretendo hacer feliz a alguien...
Si no soy capaz de hacer feliz a alguien como pretendo ser feliz yo...
Es un bucle. Un loop de altibajos con un bombo y una caja arrítmicos,
que solo es capaz de sonar bien cuando se sincroniza con el tempo de los latidos de tu corazón.